Antología de pistolas
En Confieso que he vivido obra póstuma de doce cuadernos publicada en
España en 1974, Pablo Neruda* ofrece una visión
minuciosamente detallada de su vida y de su obra. Expone en ella todo lo que tuvo
una gran repercusión en su existencia y por consiguiente en su
literatura. Así sus diferentes oficios a través del mundo, sus viajes, sus
desaventuras durante la guerra y por lo tanto sus varios encuentros con la
gente originaron dicha obra.
En el documento presente el
poeta chileno alude a su estancia en México sólo algunos años después de la
revolución mejicana. El título del fragmento compuesto de dos palabras opuestas
demuestra la sorpresa experimentada por el autor al notar las costumbres algo
exóticas de este país.
El texto consta de dos
partes. Primero Pablo Neruda introduce y explica la anécdota. Después la relata
el poeta.
La primera frase que
introduce a la anécdota caracteriza a los mejicanos de aquel tiempo(“
El México de aquel tiempo era más pistola que pistolero”).
Ante todo parece imprescindible notar que durante la revolución mejicana que
tuvo lugar desde 1910 hasta 1920, la tenencia de armas se desarrolló de manera
exponencial en casa de todos los mejicanos. Cada uno tenía su arma e incluso
los chavales. Así con la primera frase el poeta intenta explicar que la afición
de los mejicanos a las armas perduró
después de la guerra civil. Con la palabra “pistolista” quiere subrayar él que se trataba
más bien de una inclinación y que lo de tener armas no quería decir
obligatoriamente que usaban de ellas. Y nos lo demuestra diciendo que “había un culto al revólver, un fetichismo del “cuarenta y
cinco””. Aquí se puede notar lo humorístico de la sentencia por parte
del autor. En efecto se tiene la impresión de que los mejicanos idolatraban,
veneraban excesivamente las armas como si fueran un dios como se solía ver en
cualquiera tribu primitiva (“ queridísima arma”). Y cualquier pretexto era bueno para mostrar
su pistola ( “ los pistolones salían a relucir constantemente”). Dicho sea de
paso hay que notar el aumentativo “ón” en la palabra
“pistolón” que confiesa una
vez más lo humorístico del pasaje pero también la falta de afición a las armas
por parte de Neruda. Todos tenían una admiración total y a pesar de todos los
esfuerzos por parte de los parlamentarios o de los periódicos para la “despistolización” el
amor a las armas quedó vigente en el país y tuvieron que resignarse ya que los
mejicanos querían a su arma como la niña de sus ojos (“ era más fácil extraerle un
diente”). Es obvio que todavía persiste hoy esta veneración ya
que en marzo de 2007 la policía de México organizó una campaña con la meta de “despistolizar” a los muchachos de la ciudad cambiando armas
por xbox o computadoras.
Así el poeta valiéndose de las quintas primeras frases
sitúa la acción y puede después intoducir la anécdota
que le sucedió.
Decidieron unos quince o veinte poetas celebrarle y le
ofrecieron “un paseo en una barca florida”. Las barcas
floridas son unas embarcaciones decoradas con
vivos colores en las que familias y amigos acostumbran a pasar fines de semana
o días festivos. Son una curiosidad del lugar ya que son muy visitadas por los
turistas. Al describir estas barcas ya se nota que el poeta resulta totalmente
entusiasta (“espléndidos”).
Reflejan éstas el arte y Neruda lo subraya
al alabar la capacidad de creación artística de los mejicanos (“son incapaces de crear nada feo”) cualquiera que sea el material (“ piedra, barro, claveles”).
Desde luego la atmósfera amical en esta barca florida no presagia los
acontecimientos futuros.
En la segunda parte con la ayuda
de la alegría y sobre todo del alcohol (“ numerosas tequilas
”) uno de los poetas quiso rendirle homenaje diferente al poeta y se decidió
por disparar al cielo a modo de salva de honor. Blandió una pistola cuya
empuñadura “ostentaba signos de plata y oro”. Cabe notar aquí una vez más el humorismo del
poeta, en efecto como ya se lo notó en la primera parte cualquier pretexto era
bueno para mostrar su arma y sobre todo si era de plata y oro. Y no tardó
efectivamente el hombre en salir su famoso fetiche. Entonces otro poeta quiso
encimar, desenvainó y propuso su arma a Neruda para que disparara él. Fue
cuando se produjo una reacción en cadena ya que cada uno salió su arma a cual
mejor y la enarboló alrededor de la cabeza de Neruda para que escogiera él una
de ellas. El lector aquí se imagina el barullo y la agitación que se desprende de la acción ( “se me cruzaban frente a la nariz
o me pasaban bajo los sobacos”) y claro ni
que decir tiene lo cómico de la situación. Además la elección de los términos
por parte del poeta apoyan obviamente el ambiente humorístico ( “ rapsodas”, “batallón de poetas”, “ palio” ). Para acabar en un dos por tres ( la rapidez de la acción puede notarse por la sucesión de
verbos al pretérito) Neruda resultó en estado de sitio (“aquel palio movedizo de pistolas”) y lo que al
principio era un homenaje placentero por parte de los poetas amigos se convirtió
en un verdadero peligro para él (“ se tornaba cada vez
más amenazante”). En efecto los poetas tales niños agitados jugaban y
blandían sus juguetes alrededor de la cabeza del poeta sin darse cuenta, claro,
de lo peligroso que resultaba su entusiasmo. Y como actúan como niños, era
necesario entonces tranquilizarlos ablandándolos como si fueran niños. Juiciosamente
Neruda valiéndose de lo que cuenta mucho para ellos, es decir la poesía y la
paz (“en nombre de la poesía y de la paz”), consiguió
confiscar las armas recogiéndolas todas en un tradicional sombrero mejicano. Otra
vez cabe subrayar lo gracioso de la escena ya que es obvio que a la diferencia
de los parlamentarios Neruda tuvo más éxito en su empresa de “despistolización” ya que consintieron los “bardos” entregarle
sus armas sin protestar y hasta consiguió éste guardarlas varios días en su
casa. La última frase del fragmento subraya todavía más el humor del poeta y
resume de por sí la anécdota. El homenaje que quisieron rendirle los poetas
encontró éxito ya que verdad es que como lo dice Neruda seguro que fue él el
único poeta en cuyo honor se compuso una antología de pistolas.
Para concluir se puede decir que
a través de este relato humorístico Pablo Neruda quiso subrayar los reales problemas
de México. Problemas muy actuales todavía ya que la violencia está en ascenso
en México. Numerosos son los que piensan que estas dificultades tienen su
origen en la propia historia del país.
*Pablo Neruda (1904-1973)
Pablo Neruda (Neftalí Reyes) es uno de los
más famosos poetas del siglo XX. De nacionalidad chilena, nació el 12 de julio
de 1904 en Parral. En agosto de 1936 es asesinado su amigo muy famoso Federico
García Lorca. En 1937 en Paris colabora a favor de la
causa republicana española y participa en la organización del Congreso mundial
de Escritores antifascistas que se realiza en Valencia. En 1939 organiza el transporte de 2000
refugiados españoles a Chile. En 1947 denuncia la política represiva de González Videla
presidente de Chile (futuro dictador) y éste inicia proceso judicial en su
contra. En 1948 opta por la clandestinidad y empieza a vivir oculto gracias a
la solidaridad de algunas personas. Fue
cuando escribió la mayor parte del Canto
General. En el mes de abril de 1950
se publicó en México Canto general
obra de fuerte contenido político que denuncia cualquiera forma de opresión. En
1952 mientras vive en Capri se revoca la orden de
detención en su contra.