Cumpleaños feliz
Este fragmento que se titula “Cumpleaños feliz” es
sacado de Los dos Luises novela
escrita por Luis Magrinya y publicada en 2000.
El documento es un diálogo entre un padre y su
hijo que celebra sus 25 años.
Parece imprescindible fijarse en el título( normalmente Feliz cumpleaños) que viene aquí como
una antífrasis para subrayar la sorpresa que el padre le está preparando a su
hijo.
En primer tiempo el autor presenta a los
personajes ( L 1 – 3 ). Después alude a la vida
regalada del hijo ( L 4 – 15 ). Luego hace hincapié en
la desilusión del padre ( L 15 – 20 ) y expone la
decisión de éste ( L 21 – 28 ). Por fin interviene directamente el narrador
para que cambie de decisión el padre ( L 29 – 34 ).
En seguida el lector se da cuenta de que el hijo
es un holgazán. En efecto casi es la hora de comer, es decir que es
aproximadamente la una de la tarde y el hijo sigue durmiendo tal
un beato en su cama ( “cerca ya de la hora de comer”).
Seguro que le molesta la intrusión de su padre en la habitación suya porque éste
abre la ventana de par en par interrumpiendo de este modo sus sueños( “ interrumpiendo”).
El padre aparece muy determinado, no anda por rodeos ya que se dirige
directamente hacia la ventana para abrirla y sentarse después en la cama de su
hijo. Desde luego, suele el hijo levantarse muy tarde y por supuesto sabe el
padre que es el único modo para extraerle de la cama.
Así por una
parte se nota el hastió del padre y por otra parte la indolencia del hijo. Pero
en este día de celebración el padre quiere anunciarle algo a su hijo y le pide
que preste atención.
En efecto, el hijo no se preocupa por lo material,
tuvo suerte por nacer en buena familia y hasta ahora nadie le pidió algo (“ familia comprensiva”, “ educación
esmerada”). Le ofrecieron sus padres todo lo necesario para que pueda
tener fortuna en la vida.
Así pudo ir a un “buen
colegio” y a la universidad lo que le procuró un bagaje innegable. Pudo
viajar y visitar al mundo, experiencia notable para su formación. En resumidas
cuentas como lo dice su padre su vida hasta ahora fue muy “regalada” y a decir verdad es lo que desearon para él
sus padres. Pero todo acaba y como celebra hoy día sus 25 años ya es tiempo que
“se sacuda el polvo”( “ entras
en tu segundad juventud”).
Es lo que quiere decirle su padre intentado
hacerlo de manera muy suave, por supuesto busca sus palabras para no herir a su
hijo( “ no creo insultarte”).
Por eso las frases resultan muy largas y ampulosas( L
11 – 13).
Se siente ofendido el padre porque se lo procuró
todo a su hijo y éste no tuvo ni un gesto de agradecimiento. Le trata de
ingrato por un cauce indirecto( “ no hay vicio más detestable que la ingratitud”). Y le
explica que ahora está harto de esperar( “ esperaba” palabra empleada 3 veces).
Cansado el padre por el actitud de su hijo decidió
entonces tomar iniciativas ( “ he decidido”) ya que no quería él tomarlas y precisa que lo que ha
decidido es para su bienestar futuro ( “ no se vuelva
mañana contra ti”). Las frases se hacen más cortas y las palabras menos
escogidas. El padre ha decidido que
trabajara el hijo. No en la fábrica de cartones que se supone la empresa
familiar porque sabe muy bien el padre que podría aprovechar la oportunidad de
hacer lo que se le antoje como ahora, es decir llegar tarde por haberse
levantado tarde. Por eso pidió al tío
que le encontrara algo en la Gaceta del Teatro. Se nota aquí que la decisión
del padre es irrevocable y concluye con tono algo irónico(
“ te espera tu pastel de cumpleaños”).
Dormido todavía, intentó el hijo(
el narrador) contestar ( “ supliqué”) pero en
vano porque muy bien sabía que su padre tardaba para tomar decisiones pero una
vez tomadas nada podía hacerle cambiar de idea.
Para concluir, el autor quiso esbozar la vida de
un joven nacido en una familia acomodada. Desde luego su filosofía parece
opuesta a la de su padre. Para él “a cada día su refrán y su afán” lo que
significa “ dormir”y la filosofía del padre es más bien : “ a Dios rogando y
con el mazo dando”.