El cuadro de Botero
Interpretación
global de la historia de América Latina.
Composición general
Las dimensiones
de este lienzo se asimilan más a las de un
friso que a las de un cuadro clásico.( dos metros
y medio de ancho apenas por 40 centímetros de alto)
Así el espectador
se ve obligado a seguir un sentido de
lectura que le impone el pintor.
Se descifra de izquierda a derecha. Así Botero cuenta
una historia partiendo de una situación
inicial para llegar a un desenlace.
El esquema
general es similar al de los cómics o historietas.
Se divide en cuadritos o viñetas. La obra consta de
seis cuadritos sucesivos.
Cada viñeta puede
estudiarse por separado.
No existe lugar
de unidad, Botero evoca una sucesión de
momentos por lo tanto puede llevar al espectador de un lugar para otro. Así
como lo hace un novelista Botero elige los momentos y lugares que juzga
más significativos para contar la historia.
Se puede deducir
entonces que cuenta él un drama o
una obra teatral.
Aparecen varias veces los mismos personajes en la composición. Se puede
reconstituir por lo tanto la progresión de su destino.
Los cuadritos
pueden comunicar entre sí. ( el militar que sale del penúltimo cuadro para entrar en el
anterior)
No hay globos o bocadillos, de este modo no se entera del diálogo el
espectador.
A pesar de estar
dividido en cuadritos, ya se ve que el lienzo representa una totalidad. Los colores se repiten de una escena a otra. Los
personajes son muy parecidos. La representación se articula en torno a una
simetría. ( disposición de los militares y del
presidente en ambos extremos y en el tercer cuadrito).
No tiene nombre el lienzo. El protagonista
tampoco tiene nombre.
Así en pocas
palabras el alcance del lienzo es universal
y no trata de un acontecimiento concreto.
Primera y segunda viñeta
Representación de
una escena única. Se puede ver al mismo tiempo lo que sucede en la calle y dentro
de la casa .
Los personajes
representan funciones sociales ( se parecen los
rostros de cada uno por eso no importa el individuo sino la función): Unos
militares golpistas y el presidente de la República.
Irrumpen los
militares a la izquierda. Un oficial exhibiendo un águila en la gorra y el
sable en la mano llama a la puerta con violencia.
Los militares llevan
gorra de plato. Uniformes verdes con bocamangas y charreteras rojas, pantalones
y botas de montar.
Ha desvainado su
sable el oficial lo que demuestra sus intenciones agresivas.
El conjunto de
militares forma un bloque compacto.
Y en el fondo del
cuadrito se distingue la luz matutina, ha llegado la mañana.
Al otro lado de
la puerta un personaje está durmiendo. Es el presidente de la República. Lo
representa Botero con la Carta Magna ( Constitución )
en la mano, la banda tricolor ( ésta no es la de ningún país, sin embargo tiene
los colores de la bandera colombiana ( amarillo, azul y rojo) ).
La Carta Magna
lleva el sello de lacre oficial. Así el presidente es legitimo
mientras que la acción de los militares es ilegítima. Se trata de un golpe de
estado.
Hay que advertir
la indefensión del hombre presidente. Está acostado, solo, y el perrito que
está ladrando demuestra lo patético de la escena.
El mensaje aquí
es que, como siempre en los países latinoamericanos, el sable puede más que la
Constitución.
Tercera viñeta
La organización
de la viñeta queda muy simétrica. Aquí Botero propone una visión que resulta muy
simbólica.
Estamos en un
patio rodeado de arcos, seguro en el Palacio. Está el presidente con las manos
atadas. Aparece con el uniforme correspondiente a su función: sombrero
flexible, el frac, las gafas y la banda presidencial.
Dos militares
están a ambos lados, le están golpeando con porras violenta y vergonzosamente.
Uno de los militares mantiene la soga atada a las manos del presidente y el
otro se apoya simétricamente en el brazo del hombre.
Los rostros
resultan inexpresivos. Los militares( verdugos)
apalean, burlándose de la legalidad y de la orden. El presidente aguanta
estoicamente su martirio pero su dignidad no le sirve para nada.
Hay que advertir
que el pintor no toma partido.
Cuarta y quinta viñeta
Una mujer huye, es
obvio que se trata de la esposa del presidente.
Aparece ella con
los cabellos sueltos y los brazos tendidos, lo que subraya la rapidez de la
acción y el miedo que está ella experimentado. Es el único personaje que
expresa emoción en el cuadro porque no es protagonista de la escena sino
testigo como el perrito y el rostro que se asoma en el último cuadrito. Aparece
ella como testigo central por su ubicación en la obra.
Con la pintura en los labios y los pendientes
que cuelgan de las orejas, bien se nota que es una persona acostumbrada al
mundo festivo, no sabe qué hacer y huye del palacio ( la
bandera está ondeando en la puerta) mirando al espectador como si tratara de
suplicarlo. Huye sin mirar adelante.
Pero viene a
riendas sueltas ( movimiento representado por la capa
que ondea y la cola del caballo) un oficial con el sable desenvainado y parece
que el choque es inevitable. No hay remedio porque no hay salida ( callejón sin salida en el fondo del cuadrito). Seguro que
ha de morir ella porque es la esposa del presidente.
Ha caído la noche
y no va a tardar el desenlace.
Sexta viñeta
Han llevado los
militares al presidente al paredón. Con las manos en alto hace frente a los
fusiles. Lleva todavía la banda presidencial pero ya no lleva puesto el
sombrero.
Hay que advertir
la similitud con la obra de Goya El tres
de mayo. En efecto el espectador presencia el fusilamiento frente a la
víctima indefensa pero un poco detrás de los militares, lo que hace hincapié en
la crueldad de los golpistas. Aparecen como un maquina creada para matar.
El rostro que se
asoma a la ventanilla es espectador y
testigo de la historia. Queda mudo y amedrentado. Puede personificar el pánico
de la población que se esconde y que no intenta nada por miedo a las
represalias.
Pero puede
también simbolizar este rostro cierta esperanza. En efecto al ser testigo del
fusilamiento del presidente podrá contar el acontecimiento y confesar cómo se
pisó a la democracia. Representa finalmente el testigo de la Historia.
En resumidas
cuentas este lienzo es una parábola.
La escena empieza con la irrupción
violenta de los militares, va
aumentándose la violencia en el centro cuando los verdugos apalean al
presidente indefenso, y culmina con
la muerte inminente de éste en el último cuadrito.
Botero representa
aquí el martirio de la democracia
constitucional de América Latina..
Botero :Pintor colombiano