Aire de maquiladora
Este documento cuyo autor es el escritor y
periodista español Alfonso Armada es un artículo de prensa publicado en el periódico
“ABC” con fecha del 15 de agosto de 2005.
El periodista hace hincapié en la industria
maquiladora* que surgió en México en el año 1964
con el objetivo de dar empleo permanente a los trabajadores temporales ( los
braceros) que cruzaban la frontera para trabajar en los campos agrícolas
estadounidenses.
Consta de tres partes el documento.
En primer tiempo Alonso Armada describe una
empresa maquiladora y su funcionamiento.
Después transcribe una entrevista que tuvo con el
director general de una de estas empresas.
Por fin para que percate el lector, el periodista cuenta
el caso de una empleada de dicha industria.
Primero Alonso Armada sitúa la acción: estamos en
la Ciudad de Acuña que colinda con el Río Bravo, el cual marca la frontera
entre México y Estados Unidos.
En seguida nos describe el edificio de una empresa
maquiladora. Parece el acceso al edificio muy protegido ( “
puerta blindada”). Y para describir la empresa
que califica de “cajón” se vale de un tono algo
irónico el periodista ( “formidable”
). La caja grande parece hermética hasta tal punto que está “refrigerada” y tiene luz artificial (
“ luz fingida”) por supuesto se puede
pensar que no hay ventanas para dejar entrar la luz y el aire. Casi se parece a
un laboratorio. Se tiene la impresión de que se entra en un mundo totalmente paralelo
e irrealista. En efecto funciona la empresa 24 horas al día y cada empleada
suele trabajar durante 9 horas ( “turnos”) sin contar las horas extraordinarias ( “los extras”). Finalmente se puede decir que este tipo
de industria casi es una hormiguera.
Estas maquiladoras forman parte del Programa de la
Industrialización de la zona norte. Se les otorgaron los polígonos a los
inversores extranjeros( “ foráneos”)
con numerosos privilegios. En efecto gozan de un régimen fiscal de excepción lo
que les permite no pagar aranceles ( “con regalías”). Sin embargo no se instalaron los
directivos en la ciudad, siguen viviendo en “el lado
gringo”( otro lado de la frontera). Por
añadidura la policía se pone a disposición de los propietarios para preservar
la orden y para que los “agitadores” no
perjudiquen el proyecto. Así aunque
algunas empresas se trasladan hacia China, porque sólo en China se pagan
salarios más bajos que en las maquiladoras mexicanas, se desarrollan muchísimo en
México ( “emigrar a china”).
Es imprescindible notar que, claro, las zonas de
urbanización dedicadas a las maquiladoras no tienen nada que ver con los
calamitosos “andurriales”
donde viven los empleados. En efecto la infraestructura se desarrolló mucho en
dichas zonas.
Obtuvo una entrevista el periodista con uno de los
directores de una de estas empresas gracias a la alcaldesa de la ciudad vecina ( Ciudad del Río ). Así se puede suponer que hay que darse a
conocer para penetrar en una maquiladora. En efecto como ya se ha dicho
anteriormente es un lugar muy protegido ( primero la
puerta blindada y después la tarjeta de visita ). Esta maquiladora es una
empresa de motores y componentes para coches destinados al mercado europeo y
estadounidense. El directo se enorgullece de que sus dos empresas vengan como
modelos en la industria maquiladora ( “maquiladora modelo”).
Según sus declaraciones sus empleados tienen
muchas ventajas. Así subraya que sobre el modelo estadounidense pueden estudiar
en aulas propias a la empresa, tienen medios de transporte facilitados y sobre
todo se les otorgan “unas primas por asistencia y
puntualidad”. Contrariamente a las demás empresas de este tipo, en la
suya no hay “política antisindical” pero claro
es una hipocresía y con ayuda de la policía “ los sindicatos están
vetados”. Dice que sus empleados tienen un sueldo “dos o tres veces más que el salario mínimo” ( salario mínimo: aproximadamente 48 pesos diarios ). Por supuesto
este señor piensa que obra él para reducir la pobreza en esta parte de la frontera.
Pero se trata más bien de la explotación de una mano de obra barata y
mayoritariamente femenina.
Desde luego, las maquiladoras emplean
mayoritariamente a mujeres porque dicen que resultan más prolijas que los
hombres pero a decir verdad piensan que resulta más fácil explotar a una mujer
que a un hombre.
Al exponer el caso de una de las empleadas Alonso
Armada denuncia la explotación . Así se nota que los salarios y las condiciones
de trabajo no guardan relación directa con los niveles de productividad de las
maquiladoras. En efecto la empleada trabaja 10 horas al día con una parada dividida
en 3 veces que ni siquiera alcanza la
hora (“ 55 minutos”). Su sueldo es de 50 dólares al día y sólo
tiene 9 días de vacaciones anuales. Pero gracias al programa interno de la
empresa con dos horas más al día pudo estudiar y obtener un diploma ( “graduarse”) y la satisface
ello( “Está “contenta””).
Pero por casualidad, la pareja del taxista que
está conduciendo al periodista trabaja en esta empresa y confiesa que su mujer
gana a la semana lo que él gana al día.
Además muy a menudo surge de nuevo el pago a
destajo prohibido por la legislación laboral
y la política de gobierno es cerrar los ojos y dejar trabajar a las
maquiladoras puertas cerradas sin importarse de los peligros para la salud de
los empleados.
Así en este articulo de
prensa Alonso Armada quiso denunciar la explotación de la industria
maquiladora.
Denuncia la contratación de personal sin ninguna prestación
laboral. Prohibición de los sindicatos y condiciones de trabajo inhumanas.
Parece ser cosa de otro mundo, y sólo hay que
imaginar lo mismo en nuestros países …
*Una maquiladora
es una empresa que importa materiales sin pagar aranceles y su producto no se va a comercializar en el
país. Se destina a la actividad de
ensamble de aparatos eléctricos, ropa y decorativos.