El bando de los perdedores
Este fragmento que se titula
“ El bando de los perdedores” es sacado de Hot Line, novela del escritor chileno Luis Sepúlveda y
publicada en 2002.
La obra trata de un cuento
breve cuyo protagonista es un policía mapuche que nació en el mundo rural
chileno. Cabe imprescindible decir que Sepúlveda extrajo su personaje de uno de
sus viajes por la Patagonia en el que encontró a un detective muy similar a su
protagonista.
En este pasaje el detective
está en Santiago de Chile para una investigación suya y dialoga con una mujer
taxista que le ayuda en su pesquisa.
En un primer tiempo el autor
nos presenta la escena espacialmente y presenta a los personajes.
Después hace hincapié en lo
que ocurrió durante la dictadura militar a través de la penosa experiencia de
la segunda protagonista: Anita.
Por último expone cuales
fueron los motivos que originaron la vocación del detective.
Primero nos enteramos de que la escena sucede años
después de la dictadura militar en Chile y se sitúa en lo alto de una colina
llamada San Cristóbal ubicada en la ciudad de Santiago ( L
5 – 8 ). Dominan la ciudad ( “ más abajo”) los protagonista ( George y Anita) y la belleza ( “nube de gases”) y la magia( “ dulce
irrealidad”) del paisaje parece ser digna de un cuadro, es como si
fueran solos en este mundo(“ se sintieron alegremente solos”).
Es un lugar de recogimiento estupendo para ambos
protagonistas que facilita la reflexión, el recuerdo y casi la oración ( “ imagino”, “ la ciudad que perdí”) .
Es también un lugar propicio para las
confidencias. Y por eso Anita confiesa su sueño al detective: desearía ella que
nada hubiera ocurrido en el setenta y tres y que los acontecimientos sucedidos
en aquel tiempo sólo fueran una mera pesadilla ( “un
fuerte viento se llevará””y “encontraré”) . Por supuesto, a
través de las confesiones de la mujer el detective opina que forma ella parte
del bando de los perdedores.
Por el empleo del verbo “dicen”
el lector se entera de que el detective no conoció la guerra. Y se interroga
porque hasta ahora sólo encontró a personas que formaban parte de los
derrotados, como si sólo hubieran vencidos ( L 19 –
20). Le pide entonces a Anita qué perdió en esta guerra además de la ciudad ( L 20).
Le confiesa Anita que ha perdido “por ejemplo”( ironía que expresa su dolor) a un compañero suyo durante
la dictadura. Nos enteramos de que este compañero formó parte de los numerosos
«desaparecidos» que fueron detenidos en aquél tiempo.
La mayoría fue detenida en presencia de sus
familiares, vecinos o compañeros de trabajo por miembros de las fuerzas de
seguridad que no se identificaron ni mostraron orden de detención alguna, y
después permanecieron en detención secreta, lo que constituye una violación de
las leyes.
Lo mismo le sucedió a Moisés (“ lo sacaron de la
facultad”). Era él estudiante ( “universidad de pedagogía”), mapuche y se llamaba
Moisés Panquilef . Que divulgue Anita la condición de
estudiante de su amigo, su etnia, su apellido, el día de su detención y hasta
sus sueños( instalarse en el sur profundo) da todavía
más importancia al sufrimiento moral de la protagonista y desde luego subraya
ello que eran muy íntimos. Y por supuesto tanto el detective como el lector
comparte su pena ya que el compañero de la mujer ya no es un mero desconocido
para ellos . Claro no fue el único “
desaparecido” y las víctimas eran
de toda condición: jóvenes y ancianos, profesionales y desempleados, ricos y
pobres, hombres y mujeres, habitantes de la ciudad y de zonas rurales. Todas
estas personas que molestaban al régimen fueron víctimas de represalias y se
trasformaron en unos fantasmas para los familiares que les están buscando
todavía ( “recuerdo”, “carpeta”).
La desaparición de Moisés acabó con el sueño que
hizo la pareja de instalarse en el profundo sur, sinónimo de paraíso terrestre
para ellos.
Lo siente más aún el detective porque el compañero
de la protagonista era mapuche como él y por añadidura lo sucedido comprueba las
declaraciones del padre suyo. En efecto su padre, un viejo panadero mapuche,
decretó al leer el selecciones que la
única manera de sobrevivir para un mapuche era hacerse policía. Y al ver lo que
le ocurrió al compañero de Anita, a primera vista tenía razón el padre. Desde siempre (desde La
Conquista de America por los españoles) padeció la etnia mapuche numerosos
masacres o verdaderos genocidios, “expropiación” de sus tierras.
Se nota que el protagonista le tiene mucho afecto
a su padre porque bromea a propósito del nombre de pilar que les dio a él y a
su hermano( “ George
Washington y Benjamín Franklin “) . Por supuesto con estos nombres se
nota que como muchos latinoamericanos el padre soñaba con todo lo de los EE.UU.
es decir el sueño americano.
Pues ambos hermanos siguieron los consejos del
padre, se hicieron policías y no lo lamentan
porque les gustan lo que hacen.
Para concluir, a través de este documento se nota
el sufrimiento moral de una mujer que no supo lo que le sucedió realmente a su
compañero como a numerosas personas durante la dictadura chilena. No puede ella
despedirse de él ya que es un “desaparecido”.
Quiso también
Sepúlveda denunciar la persecución que padecieron los mapuches desde “la
noche de los tiempos”. Y hace hincapié en que para muchos“ el
sueño americano” representó y representa todavía la posibilidad de conocer
mejor vida.