L’analyse du texte qui vous est proposée ici
peut être utilisée le jour « j » à l’oral. C’est pour cette raison
que la présentation du document est à la première personne du singulier.
El enamorado y la Muerte
Presentación
El documento
que me toca presentar es un poema cuyo título es “El enamorado y la Muerte”. Se
trata de un romance, es decir, de una composición poética en octosílabos a cuyo autor no se conoce. Fue escrito en el siglo XVI.
En este romance, lírico, se expone un tema en
forma breve y adecuada para suscitar en el oyente cierta forma de interés. El
romance solía cantarse o recitarse delante de un público.
Aquí los temas del Amor y de la Muerte se mezclan
hasta tal punto que tienen el mismo perfil y que se equivocó el enamorado.
Este poema consta de tres periodos: 1 período
versos 1 a 16
2 período 17 a 36
3 período 36 a 40
Análisis
Primer período
Los 6 primeros
versos contienen un relato efectuado, en primera persona, por el propio
enamorado.
Se inicia el romance con versos en los cuales se emplean cuatro
vocablos alusivos al sueño (sueño, soñaba anoche, soñito); Uno de ellos es un diminutivo afectivo de
la palabra sueño: soñito.
Desde luego el enamorado está soñando y se
supone que el sueño es agradable ya que el protagonista en el verso 2 dice “soñito del alma mía”.
Así el oyente se halla, en el acto, en
un ambiente de bienestar.
Sin embargo, la aliteración en “s”
desde el primer verso hasta el verso 11 subraya
lo misterioso de la escena y anuncia la venida de la Muerte.
Hace su aparición en el verso 5 con “blanca” y “fría”, términos que aluden
a la palidez y frialdad que siempre se asocian a ella. Aquí el oyente como el
enamorado no saben quien es esta señora y se interrogan a propósito del
carácter sobrenatural: Cómo ha podido entrar a un recinto
totalmente cerrado (versos 9 y 10). Verso 7 ¿por dónde has entrado? El enamorado finalmente piensa
hablar con su amada y de inmediato se dirige a elle en discurso directo.
La señora le responde diciéndole que no
es ella su amada sino la Muerte.
Aparece representada como un signo
divino ya que la envía Dios (verso 12). Aquí
tenemos una personificación de la muerte y la mayúscula insiste en ello.
Luego no viene simbolizada como se la
solía simbolizar en la Edad Media, es decir, bajo los rasgos de un esqueleto con una hoz para llevarse la
vida de la gente, cualquiera que sea.
El ruego del enamorado hacia la Muerte,
pidiéndole un día más de vida, expresa su ansia de vivir su amor, y la angustia
de eludir su destino.(versos 13 14). De
cierta manera, el amor obtiene alguna consideración; la Muerte no le concede el
día pedido, pero sí una hora, lo que origina un elemento de urgencia, angustia
y frustración en la continuidad del poema.
Segundo período
En el segundo período interviene un
observador externo que describe las acciones del enamorado al vestirse,
calzarse y salir apresuradamente para dirigirse a la casa de su amada (la
sucesión de verbos en imperfecto subraya la rapidez de la acción).
La descripción relata hechos que
podrían ser reales en este contexto sobrenatural. Desde luego hay una oposición
entre realidad e irrealidad.
De inmediato hay un cambio de lugar;(Verso 21):”Ábrame la puerta blanca”.
Los imperativos traducen la urgencia.
La amada,
ignorante del motivo determinante de la presencia del enamorado, opone
argumentos para acceder a recibirlo. (Versos 23 a 26)
“¿Cómo
te podré yo abrir... dormida.”
Cuando la amada conoce las razones del
enamorado no vacila en ayudarle, su intención es de echarle un cordón de seda
para que suba por su ventana y hasta está lista para ofrecerle sus trenzas.
Tercer Período
El tercer período reúne términos fulminantes, mucho más breves
que todo el desarrollo anterior.
Este movimiento final se relata otra
vez por un observador externo y en discurso directo en el cual sólo habla la
Muerte.
Conclusión
A modo de conclusión se puede subrayar
la fragilidad de la vida simbolizada por un cordón de seda que se rompe. En los últimos versos, la reaparición de
la Muerte expone la inexorabilidad del destino del hombre.