Cantantes en Cuba

A un periodista, cuyo nombre no puedo escribir pues se halla en Cuba, lo sancionaron en su época de estudiante sólo porque en une visita de Castro a la Plaza Cadenas, frente a la Universidad de la Habana, se atrevió a preguntar al comandante por qué a los jóvenes cubanos les estaba prohibido escuchar la música de los Beatles. También por aquellos años los rockeros, homosexuales, intelectuales, artitas y religiosos fueron metidos de cabeza en la umap (Unidades Militares de Ayuda a la Producción); en una palabra: campos de concentración.

Esos campos de concentración desaparecieron el día en que Graham Greene llamó personalmente a Castro para preguntarle si era cierto lo que se decía, que en Cuba había campos al estilo nazi. Cuentan que Castro, con ese don para el engaño que tiene, invitó al novelista inglés a que fuera a comprobarlo. Las alambradas se arrancaron de cuajo en lo que el escritor preparaba su viaje. A su llegada los campos de trabajo forzado habían sido transformados en “centros educativos” o en campos abandonados para futuros cultivos que nunca se cultivaron. Hasta hace muy pocos días los Beatles no se escuchaban en la radio cubana; eso sí, un día en el año, a los rockeros cubanos les está permitido ir al Parque de Quince en el Vedado a desgañitarse entonando canciones prohibidas. Una horas para sentirse contestatario es suficiente. Sin embargo a los verdaderos cantantes protesta todavía nadie puede escucharlos en los medios de comunicación.

Zoé Valdés, www.elmundo.es, 2000