Escribir para vivir
Este documento que se titula « Escribir para
vivir » fue sacado de Vivir para contarla , novela
autobiográfica del Nóbel colombiano Gabriel García Márquez, cariñosa y universalmente llamado Gabo.
En la novela, publicada en el año 2002, Márquez desarrolla
sobre todo los aspectos de su vida que pueden explicar cómo y por qué decidió algún
día ser escritor y periodista. Gabo inició en el año 1947 sus estudios de
Derecho y Ciencias Políticas en Bogotá y fue en 1950 cuando los abandonó y empezó
a trabajar como reportero en El Heraldo en Barranquilla.
Este texto que inicia sus memorias alude cómo a
los 23 años confiesa a su madre, durante un viaje que hicieron juntos para
vender la casa familiar, que desertó de sus estudios y que a pesar de las
aspiraciones de su padre desea rematadamente dedicarse al periodismo y a la
literatura.
Lo que se destaca primero de este documento
escrito en primera persona es la vocación literaria del joven y sobre todo cómo
se manifestó ella. Luego el escritor pone de manifiesto lo determinante que fue
el viaje que hizo con su madre para poder realizar dicha vocación.
Al principio de este texto Gabriel García Márquez
evoca su vocación literaria y confiesa que el deseo de escribir se apoderó de él
como si fuera ello una enfermedad cuyo antídoto sólo era la escritura misma ( “ escribir para no morir”).
Así se nota que el hombre experimenta cierto sentimiento de “ansiedad
irresistible” de escribir para quedarse vivo. Es la escritura para él
sinónimo de vida. Es una necesidad como si una fuerza exterior se hubiera
adueñado de él. Es una verdadera obsesión que no puede apartar de su mente, y por lo tanto su voluntad o libre albedrío no
pueden reaccionar. Así “cada cosa, con sólo mirarla”, es para él fuente de
inspiración. Es su destino, ha de escribir.
Pues como se lo dijo ya el fragmento hace hincapié
en un viaje que inició con su madre para llevarlos hasta el pueblo de su
infancia, pueblo donde vivió con sus abuelos. Por supuesto parece
imprescindible subrayar que este pueblo ( Aracataca ) tendrá
mucha importancia en toda su obra.
Tanto en el tren como en la lancha Márquez contempla
el paisaje y no dice nada, está pensando en su preocupación mayor ( “
no recuerdo que habláramos algo más”) : la escritura. Se nota su obsesión también cuando su madre le
pregunta ¿“en qué piensas?, su respuesta resulta
tajante ( “ estoy escribiendo”)
algo como si le molestara su madre. Pero en el acto prosigue explicándole más
simpáticamente que está pensando en lo que va a escribir cuando esté en la
oficina.
Parece que ya ha convencido a su madre por lo que
concierne su vocación literaria pero ahora es menester convencer a su padre. Si
su madre no se opone para que realice su vocación sin embargo evoca ella la
posibilidad de que se muera de pesar el padre si el joven se obstina.
Pero ha tomado Gabriel García Márquez su decisión;
dedicará su vida a la escritura. Los intentos de su madre para que abandone él
su proyecto no alcanzan el objetivo deseado. En efecto el autor se libra de la
dificultad con una larga verónica ( L 17).
Sin embargo quizás tenga razón su padre, en efecto
como lo señala García Márquez ya ha empezado una novela pero se ha empantanado totalmente
en ella ( L21 ), y por consiguiente la dejo sin
terminar para intentar “ otras formas de ficción”.
Entonces bien se nota que la literatura es verdaderamente su vocación, y aunque
inicie su futura carrera fracasando algo, ya que al parecer no le sale tan
fácil escribir, persevera él. Pero se nota su determinación sobre todo cuando
subraya que aquella noche durante el viaje se impuso escribir otra novela “como un compromiso de guerra”. “Escribirla o morir” es una aseveración que refleja muy
bien su fe y la voluntad suya. Y al evocar la cita del escritor belga hace
hincapié en esta necesidad tan urgente para
él de escribir. Así pues este viaje representa para él una verdadera
revelación. En efecto se ha diseñado su futuro y lo emprenderá todo para
alcanzar su meta. Es una decisión
irrevocable, será él escritor y nada más (“ nada más que escritor”).
Y a pesar del último intento por parte
de su madre se mantiene sus trece. No le importan los deseos de su padre auque mucho
lo quiera y como lo subraya “gracias a él va a ser
escritor”.
En este texto que está sacado del principio de la
novela Vivir para contarla, Gabriel
García Márquez quiso subrayar lo irresistible de su vocación literaria y por
qué y cómo dedicó su vida a la escritura a pesar de las dificultades
experimentadas.
Hace hincapié en que muy a menudo querer es poder.