"Itinerario de un chicano"
Este relato que se titula Itinerario de un chicano fue sacado de la novela El plan infinito escrita en 1991 por la novelista
chilena Isabel Allende.
En este fragmento la autora plantea de entrada el
tema muy conocido de los inmigrantes mexicanos que se instalan en los EE.UU.
Trata de un itinerario geográfico y cronológico el
texto pero también de una aventura humana.
Así tras haber presentado a su protagonista, Pedro Morales, Isabel Allende
relata el itinerario suyo en busca de un trabajo, de una nueva vida y sobre
todo de la tierra prometida.
El documento consta de tres etapas. El itinerario
nos traslada geográficamente desde Zacatecas hasta Tijuana primero y luego a
California para por fin regresar al punto de salida, su pueblo.
Las tres primeras líneas del documento introducen
al protagonista, Pedro Morales, y exponen los motivos que le empujan a emigrar .
Ante todo, es preciso subrayar que para el
protagonista como para numerosos latinos en aquellos tiempos instalarse en los
EE.UU. era cosa normal. Sólo se trataba de regresar a una tierra que era suya
hasta 1848 cuando México vendió buena parte de sus
territorios a los Estados Unidos (“recuperar
un territorio que siempre fue suyo”).
Entonces “violar la frontera” no
era un delito sino más bien una justicia.
Tenía unos 20 años el joven mexicano cuando acabó
“la mili”, y como no deseaba conocer las mismas vicisitudes que tuvieron que
aguantar sus familiares ( “como no deseaba seguir los pasos del padre y del
abuelo, míseros campesinos de una hacienda de Zacatecas”), decidió marcharse a EE.UU. para huir de la miseria. Los Estados Unidos representaban el sueño de riqueza, el sueño americano y sobre todo de
libertad y para él como lo dice el refrán “quien no se aventura, no pasa la
mar”.
Así con muchas ilusiones Pedro salió de Zacatecas,
al norte del Guadalajara, para ir a Tijuana en la ciudad frontera (“llegó a Tijuana”). Tijuana es una cuenca agrícola con
una mano de obra muy barata y el protagonista esperaba “conseguir un contrato” de jornalero. Pero desafortunadamente fue
cuando empezaron los problemas ya que no lo consiguió. En vez de eso encontró
la corrupción de los hombres y el poder del dinero en un lugar donde todo se
ofrece mediante dinero (“los hombres carecían
de honor y las mujeres de respeto”; “sobornar a los funcionarios y
policías”). Así pronto
comprendió el joven que Tijuana no era el
lugar propicio para la vida con la que había soñado y como estaba cansado y sin
dinero decidió cruzar la alambrada y efectuar una trayectoria hacia California ( “cortando los alambres”). Es imprescindible subrayar aquí la voluntad y la
fuerza de carácter del protagonista dirigidas por la
ambición y el orgullo. En efecto, al no encontrar lo deseado en Tijuana “no quiso pedir ayuda ni aceptar caridad”, y sin desanimarse prefirió contar con sus propios
recursos y nada podía arredrarle.
Entonces a pesar de los riesgos y
de la interdicción vigente cortó los alambres y cruzó la frontera de manera
clandestina y después de larga marcha llegó al sur de California. Y una vez más
la realidad fue muy diferente de lo que esperaba y padeció muchas desilusiones
(“ Los primeros meses lo pasó mal”).
Obviamente el desfase entre realidad y sueño le saltó a la vista en el acto( “no le resultó fácil
ganarse la vida como le habían dicho”).
Ganarse la vida se convirtió en un cansado peregrinaje. Al principio trabajó de
jornalero yendo de granja en granja, hambriento( “pan y cerveza”),
sin domicilio fijo y durmiendo en “estaciones
de trenes” o “cementerios de carros”. Una
visión de solidaridad para sobrevivir se destaca en estas líneas ( “compartiendo penurias
con miles de hombres en la misma situación”). Así no vaciló el protagonista compartir con los
demás inmigrantes en situación ilegal lo muy poco que tenía.
Por añadidura muy a menudo no
obtuvo el jornal prometido por los patrones que aprovechaban la oportunidad de
su estancia ilegal en California y claro
no podía revelarse por la policía que iba tras los clandestinos. Entonces el
lector presencia la progresiva adaptación de Pedro Morales en la que se destaca
su estupenda firmeza y voluntad para alcanzar su meta. Comprendió el joven que
tenía que adaptarse a las normas para sobrevivir. Por eso quitó sus efectos
personales algo típicos ( “el sombrero y los huaraches”) ya que delataban su clandestinidad para adoptar
la indumentaria tradicional de California ( “el bluyin y la cachucha”). Completó su intento de integración aprendiendo unas palabras de inglés. Sus esfuerzos dieron frutos,
encontró trabajo y casa y logró por fin instalarse en EE.UU.( “se
instaló en la nueva tierra”). Entonces
ya lo tenía todo bien arreglado para fundar su familia en los Estados Unidos y
regresó a Zacatecas en busca de su novia.
Una vez en su pueblo, Pedro,
encontró a su novia que estaba esperándole :“Inmaculada lo esperaba con el traje de boda
almidonado”. A través de esta frase se nota
la mentalidad de la sociedad latinoamericana muy tradicionalista y
conservadora. La moral y la religión ocupan un lugar importantísimo en las que
la mujer y el hombre tienen papeles muy determinados.
Pedro le explicó a su novia que
allí todo resulta algo raro para un
latino. En efecto la mentalidad norteamericana es mucho más progresista.
Les tacha de “chiflados” a los gringos, tienen unas costumbres alimenticias
rematadamente locas ( “le ponen duraznos a la
carne y mermelada a los huevos fritos”), “tiran la casa por la ventana” ya que despilfarran
el dinero tontamente (“mandan a los perros a
la peluquería”), sus
creencias religiosas dejan mucho que desear ( “no creen
en la Virgen
María”), los
papeles entre hombres y mujeres quedan invertidos ( “ los hombres friegan los platos en la casa y las
mujeres lavan los automóviles en la calle”) y por fin extrañadamente la moral se encuentra totalmente pisoteada
( “con sostén y calzones cortos, se
les ve todito”).
Así vemos que a pesar de todas
las transformaciones que tuvo que aguantar el protagonista, ya se nota que no
perdió sus valores. Sólo se trataba de adaptación, fingió aceptar la mentalidad
norteamericana con la meta de integrarse lo mejor posible y como lo dijo a su
prometida si uno “no se mete con ellos,
se puede vivir de lo mejor” y se podía pasarlo
muy bien.
Para concluir, este texto hace
hincapié en lo difícil y lo penoso que resulta lo de instalarse en los EE.UU.
para un clandestino y no deja de poner de relieve la solidaridad vigente por
entre los inmigrantes hispánicos. Es un retrato muy positivo de un inmigrante
que lo hace todo para salir adelante.
Isabel Allende comparte los
sufrimientos de esos miles de inmigrantes a través de su protagonista, sin
embargo no comparte la mentalidad suya y lo opina valiéndose de un estilo
directo en la última parte.
Claro, puede parecer pasada de
moda la mentalidad del protagonista en la actualidad pero no ¿es su voluntad
privilegiar sus valores? ¿ no sería el protagonista
una persona dirigida por la moral como lo indica su apellido?